Georgie Tapps
Georgie Tapps era un hombre de negocios exitoso que llevaba una vida ajetreada pero llena de satisfacciones. A pesar de su apretada agenda, siempre encontraba tiempo para los placeres simples: un buen libro, una película interesante o un paseo al aire libre. Le encantaba viajar y conocer nuevas culturas, y su trabajo le permitía hacerlo con frecuencia. Sin embargo, a pesar de todo lo que había logrado, sentía que algo faltaba en su vida. Por eso, comenzó a dedicar parte de su tiempo a actividades voluntarias, ayudando a organizaciones que trabajaban por la igualdad y los derechos humanos. Eso le dio un nuevo sentido de propósito y satisfacción, y le permitió conocer a gente que compartía sus ideales. Con cada día que pasaba, se sentía más agradecido por su vida y todo lo que había logrado, y más comprometido a seguir luchando por un mundo mejor.
