Gérard de Battista

Gérard de Battista había alcanzado gran éxito en su carrera como empresario, pero sentía que algo faltaba en su vida. Un día decidió tomar un año sabático para viajar por el mundo e inspirarse, dejando sus responsabilidades en manos de su equipo de trabajo. Durante su viaje, Gérard experimentó cosas que nunca antes había imaginado, como hacer senderismo en las montañas de Nepal y bucear en las aguas cristalinas de la Gran Barrera de Coral en Australia. También conoció a personas fascinantes que le enseñaron lecciones valiosas sobre la vida y el amor. Al regresar a su trabajo, Gérard se dio cuenta de que quería un cambio. Decidió dedicar más tiempo a disfrutar de su familia y amigos, y también a involucrarse en proyectos sociales para ayudar a los más necesitados. A pesar de que su éxito empresarial se mantuvo, su filosofía de vida se transformó radicalmente. Gérard de Battista se convirtió en una persona más humilde y compasiva, agradecido por la oportunidad que tuvo de conocer el mundo y estar más en contacto consigo mismo.