Gilda Roberts siempre ha sido una apasionada de las artes. Desde joven se dedicó al estudio de la música y la danza, y su talento la llevó a ser reconocida como una de las mejores bailarinas de su época. Sin embargo, tras sufrir una lesión que limitó su capacidad de movimiento, Gilda decidió explorar otros campos del arte y se enfocó en la pintura y la escultura. A lo largo de su vida, Gilda ha vivido en diferentes países y culturas, y esta diversidad se refleja en su arte. Sus obras son una mezcla de influencias y estilos, desde la abstracción hasta el realismo, siempre con un toque personal e innovador. Actualmente, Gilda dedica gran parte de su tiempo a enseñar artes plásticas a niños y jóvenes. Para ella, transmitir su pasión y conocimientos a las nuevas generaciones es una forma de dejar un legado duradero en el mundo del arte. A pesar de haber enfrentado algunos desafíos en su camino, Gilda siempre ha mantenido su entusiasmo y dedicación. Su espíritu creativo y su amor por las artes han sido su guía en la vida y continúan inspirando a quienes la rodean.