Giorgio Della Terza era un hombre de negocios de gran éxito y reconocimiento en su sector. Había fundado su propia empresa de tecnología y había logrado expandirla por todo el mundo. A pesar de su apretada agenda, siempre encontraba tiempo para hacer deporte y mantenerse en forma. Era un gran aficionado al ciclismo y se dedicaba a entrenar con frecuencia. Además, era un amante de la música clásica y tocaba el piano con gran habilidad. Su pasión por el arte también se reflejaba en su extensa colección de pinturas y esculturas de artistas reconocidos. Era un hombre muy familiar y disfrutaba de pasar tiempo con sus seres queridos. Viajaba con su esposa e hijos siempre que podía y les enseñaba nuevos lugares y culturas. Sin embargo, también tenía un lado aventurero y solía hacer excursiones a lugares exóticos con amigos cercanos. Giorgio Della Terza era una persona equilibrada y plena que disfrutaba al máximo de todo lo que la vida tenía para ofrecerle.