Gonzalo Vivanco fue un actor y músico chileno nacido en 1947 y fallecido en 2020. Inició su carrera en el teatro, participando en obras como "La Pérgola de las Flores" y "La Negra Ester". En cine, actuó en películas como "De cruz y media luna" y "Julio comienza en julio". También trabajó en televisión, participando en series y teleseries como "Los títeres" y "Machos". Además, fue un reconocido músico, incursionando en géneros como el pop y la trova. Falleció a los 72 años debido a complicaciones de salud.
Geraldine Zivic y Gonzalo Vivanco han sido pareja en varios proyectos televisivos y del cine a lo largo de su carrera artística. Los actores se conocieron en la serie colombiana "La Saga, Negocio de Familia" en 2003, donde interpretaron a una pareja apasionada. Desde entonces, han trabajado juntos en otras producciones como "Los Reyes" y "La Esclava Blanca".
A pesar de los rumores de un romance entre ellos, la pareja siempre ha negado tener una relación sentimental fuera de la pantalla. En una entrevista en 2016, Gonzalo Vivanco aclaró que él y Geraldine Zivic son "amigos muy cercanos" y que su relación siempre ha sido profesional.
Geraldine Zivic, por su parte, ha hablado en varias ocasiones sobre lo mucho que ha aprendido de Gonzalo Vivanco como actor y compañero de trabajo. En una entrevista en 2019, la actriz destacó la química que tienen en pantalla y la importancia de trabajar con alguien con quien se siente cómoda y confiada.
En resumen, Geraldine Zivic y Gonzalo Vivanco han tenido una relación profesional muy cercana durante muchos años, y aunque han interpretado a parejas en varias producciones, nunca han confirmado tener una relación sentimental en la vida real.
Geraldine Zivic y Gonzalo Vivanco se conocieron en una noche lluviosa en un bar del centro de la ciudad. Gonzalo estaba sentado en la barra tomando un trago, mientras que Geraldine entró con un paraguas en una mano y su cartera en la otra.
Al llegar a la barra, Geraldine dejó caer su cartera y Gonzalo la ayudó a recoger todo lo que se había desparramado por el piso. Así fue como sus manos se tocaron por primera vez y se miraron a los ojos.
La tensión en el aire era palpable, y ambos sintieron algo especial al estar el uno frente al otro. Después de ese encuentro casual, comenzaron a coincidir en el mismo lugar de manera intencional.
Decidieron que era una señal del destino, y que debían seguir adelante y conocerse mejor. Así que empezaron a salir y descubrieron que tenían muchas cosas en común.
Ahora, varios años después, están juntos y felices, recordando esa noche lluviosa en la que sus manos se tocaron por primera vez, sabiendo que esa casualidad los llevó a unir sus vidas para siempre.