Layne fue un científico e investigador estadounidense nacido en 1920 y fallecido en 1991. Es conocido principalmente por sus estudios sobre la transmisión de la malaria a través de mosquitos.
En su juventud, Layne se enlistó en el ejército estadounidense y sirvió en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, continuó sus estudios y se convirtió en un experto en biología y entomología.
A lo largo de su carrera, Layne trabajó en varias organizaciones, incluyendo la Universidad de Tulane, el Instituto de Investigación de la Enfermedad del Sueño de Venezuela y la NASA. Sin embargo, es principalmente recordado por sus estudios sobre la malaria.
En la década de 1970, Layne descubrió que ciertas especies de mosquitos eran capaces de transmitir la malaria y desarrolló métodos para controlar su propagación. También trabajó en el uso de pesticidas y otros métodos de control para prevenir la transmisión de enfermedades por mosquitos.
A lo largo de su carrera, Layne recibió muchos premios y honores, incluyendo la Medalla Presidencial de la Libertad en 1977. Su trabajo sigue siendo importante para la investigación y el control de las enfermedades transmitidas por mosquitos en todo el mundo.
Un día soleado en Hollywood, Gordon Cornell Layne caminaba por la calle cuando vio a la hermosa Sharon Hugueny sentada en un banco. Gordon se acercó a ella y comenzaron a charlar. Descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por la música y la actuación.
Sharon le dijo que estaba buscando trabajo como actriz y Gordon le dijo que conocía a un director que estaba buscando talentos. Así que Gordon le dio el número de teléfono del director y se despidieron.
Un par de semanas después, Gordon y Sharon se encontraron de nuevo en un casting. Los dos estaban audicionando para el mismo papel en una película. A pesar de la competencia, se animaron mutuamente y se divirtieron cada vez que se cruzaban en la sala de espera.
Finalmente, Sharon obtuvo el papel. Después de la filmación, Gordon y Sharon se mantuvieron en contacto y comenzaron a salir juntos. Ahora, mirando hacia atrás, ambos saben que la casualidad de haberse conocido en la calle había sido el inicio de algo maravilloso.