La Grand Duchess Olga Nikolaevna fue la hija mayor del último tsar ruso Nicolás II y de la emperatriz Alejandra Fiódorovna. Nació el 15 de noviembre de 1895 en Tsarskoye Selo, cerca de San Petersburgo.
Fue educada junto con sus hermanas en la tradición ortodoxa rusa y aprendió varios idiomas, incluyendo el inglés, el francés y el alemán. Además, Olga era una excelente pianista y le gustaba dibujar y pintar.
Durante la Primera Guerra Mundial, Olga trabajó como enfermera en hospitales militares de Rusia. También participó en la organización de eventos caritativos para ayudar a los soldados heridos y sus familias.
Tras la Revolución de Octubre de 1917, la familia imperial fue arrestada y cautiva en diferentes lugares de Siberia. Olga y su familia fueron asesinados en Ekaterimburgo el 17 de julio de 1918 por miembros de la Cheka, la policía secreta bolchevique.
En 2000, la Iglesia Ortodoxa Rusa canonizó a Olga y a su familia como mártires.
La gran duquesa Olga Nikolaevna de Rusia y el gran duque Boris Vladimirovich de Rusia eran primos segundos y también eran cuñados. Olga era la hija del zar Nicolás II de Rusia y de la zarina Alexandra Fiódorovna, mientras que Boris era el nieto del zar Alejandro II de Rusia y el hermano menor de la gran duquesa Kiril Vladimirovna, quien estaba casada con el primo hermano de Olga, el gran duque Kiril Vladimirovich de Rusia.
A pesar de que eran familia cercana, la relación entre Olga y Boris no fue muy buena en un principio. Olga era conocida por ser seria y conservadora, mientras que Boris era un hombre extrovertido y amante de la diversión. Además, Boris había tenido varios amoríos antes de casarse con la prima de Olga, la gran duquesa Elena Vladimirovna de Rusia, lo que no agradaba a Olga.
Sin embargo, con el tiempo, la relación entre Olga y Boris mejoró y se convirtieron en amigos cercanos. Olga llegó incluso a pedirle consejos a Boris sobre cómo lidiar con la enfermedad y la muerte de su hermano el gran duque Mijail Alexandrovich de Rusia. Además, Boris fue uno de los pocos miembros de la familia Romanov que estuvo presente en la boda de Olga con el coronel Nikolai Kulikovsky en 1916, ya que el resto de la familia no pudo asistir debido a la Primera Guerra Mundial.
Después de la Revolución de Octubre de 1917, tanto Olga como Boris huyeron de Rusia con sus respectivas familias y se establecieron en el exilio en Europa. Olga y su esposo se instalaron en Dinamarca, mientras que Boris y su familia vivieron en Francia y luego en Inglaterra.
Olga y Boris siguieron manteniendo una correspondencia durante varios años, intercambiando noticias sobre sus vidas en el exilio y compartiendo su nostalgia por Rusia. Sin embargo, la relación entre ellos se enfrió después de que Boris publicara sus memorias en 1925, en las que hacía comentarios negativos sobre la vida familiar de los Romanov y criticaba a algunos de sus parientes cercanos, incluida Olga. A pesar de esto, Olga y Boris mantuvieron un contacto cordial hasta la muerte de Olga en 1960.
La gran duquesa Olga Nikolaevna de Rusia era la hija mayor del zar Nicolás II y la zarina Alexandra Feodorovna. El gran duque Dmitri Pavlovich de Rusia era su primo segundo. Ambos eran miembros de la familia imperial rusa, que reinó en Rusia desde 1613 hasta la Revolución de 1917.
Se dice que Olga y Dmitri tuvieron una relación cercana y amistosa desde su infancia, cuando vivían juntos en el Palacio de Invierno en San Petersburgo. A medida que crecieron y se convirtieron en adultos, su amistad se fortaleció y se rumoreaba que podían tener sentimientos románticos el uno por el otro.
Sin embargo, no se sabe si su relación llegó a ser algo más que una amistad platónica. Algunos historiadores han sugerido que Olga pudo haber estado interesada en el gran duque Dmitri como posible cónyuge, pero esto nunca se confirmó. También se ha especulado que Dmitri podría haber estado enamorado de Olga, pero esto también es una conjetura no probada.
En cualquier caso, la relación entre Olga y Dmitri fue afectada por la Revolución rusa de 1917. Como miembros de la familia imperial, ambos fueron arrestados y llevados a prisión. En julio de 1918, Olga, sus padres y sus tres hermanas fueron ejecutados por los bolcheviques. Dmitri fue liberado de prisión en 1918 y se exilió, pasando el resto de su vida en el extranjero.
La relación entre estos miembros de la familia imperial ha sido objeto de mucha especulación y mito, pero lo que es seguro es que formaron parte de una trágica e icónica familia imperial rusa que dejó un legado duradero en la historia mundial.