Grand Duke Andrei Vladimirovich of Russia was born on January 14, 1879. He was the third son of Grand Duke Vladimir Alexandrovich and Grand Duchess Maria Pavlovna of Russia. He was educated in St. Petersburg, and in 1898, he was commissioned as a second lieutenant in the Russian Imperial Guard.
During World War I, Grand Duke Andrei Vladimirovich served as a staff officer in the Imperial Russian Army. He was briefly put in charge of a military district before being appointed as Chief of Staff of the Northern Front in 1916.
After the Bolshevik Revolution in 1917, Grand Duke Andrei and his family were arrested and imprisoned by the new Soviet government. He was eventually released in a prisoner exchange in 1921 and went into exile in Finland.
In 1922, Grand Duke Andrei married his second cousin, Princess Elisabeth of Romania. The couple had no children, but they remained happily married until Grand Duke Andrei's death.
Grand Duke Andrei Vladimirovich died on March 30, 1956, in Davos, Switzerland. He was buried in the Russian Orthodox Cemetery in Sainte-Geneviève-des-Bois, France.
Mathilde Kschessinska y el gran duque Andrei Vladimirovich de Rusia tuvieron una relación amorosa durante algunos años a finales del siglo XIX. Andrei era el tercer hijo del gran duque Vladimir Alexandrovich de Rusia y de la gran duquesa María Pavlovna, mientras que Mathilde era una bailarina de ballet rusa de origen polaco.
Los dos se conocieron en el Teatro Mariinsky de San Petersburgo, donde Mathilde era una de las principales bailarinas, y comenzaron una relación que fue muy criticada por la alta sociedad rusa debido a que Andrei era un miembro de la familia imperial y Mathilde era considerada una mujer de mala reputación.
A pesar de las críticas, la pareja se mantuvo junta durante algunos años y Andrei incluso llegó a pedir su mano en matrimonio. Sin embargo, el zar Nicholas II se opuso a la unión debido a la reputación de Mathilde y Andrei finalmente se casó con la princesa Elisabeth de Hesse-Darmstadt en 1901.
Mathilde continuó su carrera como bailarina y su relación con Andrei terminó poco después. A pesar de ello, mantuvo una relación cercana con la familia imperial y llegó a bailar para el zar y la zarina en varias ocasiones.
En su autobiografía, Mathilde describió a Andrei como "un hombre maravilloso, un hombre de gran corazón y un verdadero caballero". La relación entre ambos ha sido objeto de interés y fascinación durante muchos años, y ha sido retratada en varias novelas y películas.