Gran Henman era un hombre muy activo y siempre estaba en busca de nuevos desafíos. Durante su vida, ha trabajado en diferentes campos, desde la ingeniería hasta la gastronomía. Sin embargo, su verdadera pasión siempre ha sido la música. Tocaba la guitarra desde muy joven y siempre encontraba tiempo para practicar y componer nuevas canciones.
En su tiempo libre, le encantaba ir al campo a hacer senderismo o ir en bicicleta de montaña. Era un apasionado de la naturaleza y disfrutaba de pasar tiempo al aire libre. Además, era un gran amante de los animales y tenía varios perros y gatos.
A pesar de su éxito en su carrera profesional, Gran nunca perdió de vista lo más importante: su familia y amigos. Siempre encontraba tiempo para pasar con ellos, ya fuera para una cena en casa, una tarde de juegos o simplemente para conversar.
Gran Henman tenía una personalidad optimista y siempre se esforzaba por ver lo mejor en cada situación. Esta actitud le ayudó a enfrentar desafíos personales y profesionales, y a seguir adelante en sus metas y sueños.
Granz y Henman se conocieron por casualidad mientras estaban en una tienda de música en Berlín. Los dos estaban buscando la misma banda sonora de película y comenzaron a conversar. Descubrieron que ambos amaban la música y que incluso habían actuado en obras de teatro en la escuela. Rápidamente se hicieron amigos y comenzaron a componer canciones juntos en el estudio de Granz. En una de sus sesiones de grabación, Diana-Amft, una actriz que también era amiga de Granz, se unió a ellos y comenzó a cantar. Su voz era increíble y los tres decidieron trabajar juntos en un proyecto de música. Desde entonces, Granz-Henman y Diana-Amft se han convertido en un trío creativo inseparable, trabajando juntos en música y proyectos cinematográficos.