Greg Foster fue un atleta especializado en carreras de obstáculos, nacido en Chicago el 4 de agosto de 1958. Ganó 5 campeonatos de Estados Unidos de los 110 metros con vallas y estableció el récord mundial en esta disciplina en dos ocasiones.
Durante su carrera, Foster ganó medallas en los Juegos Olímpicos de 1984 y en el Campeonato Mundial de Atletismo de 1983. También obtuvo múltiples victorias en competiciones internacionales, como la Copa del Mundo de Atletismo y el Grand Prix de Atletismo.
Además, Foster se destacó por su elegancia y estilo al saltar las vallas, lo que lo convirtió en uno de los atletas más populares de su época. Después de retirarse del atletismo competitivo, trabajó como comentarista deportivo y entrenador de atletismo en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
Foster falleció el 21 de septiembre de 2018 a los 60 años debido a complicaciones de una enfermedad renal en Walnut, California.
Greg Foster y Florence Griffith-Joyner fueron dos atletas estadounidenses destacados en pruebas de carrera de vallas. Aunque no tuvieron una relación sentimental, se conocieron y entablaron una amistad durante su carrera deportiva.
Foster fue un exitoso corredor de vallas que ganó cinco títulos mundiales y una medalla de plata olímpica en los Juegos de Los Ángeles 1984. Por su parte, Griffith-Joyner, apodada "Flo Jo", fue una de las atletas más rápidas de la historia, con récords mundiales en los 100 metros y 200 metros.
Foster y Griffith-Joyner se conocieron en la pista de atletismo y compartieron varios momentos importantes en su carrera deportiva. De hecho, Foster fue uno de los corredores que le quitó récord mundial a Griffith-Joyner en los 100 metros vallas en 1986.
Tras el retiro de ambos atletas de la competición, mantuvieron contacto y Foster incluso fue uno de los portadores del féretro de Griffith-Joyner en su funeral en 1998, tras su repentina muerte por una crisis epiléptica.
En definitiva, la relación entre Greg Foster y Florence Griffith-Joyner fue de amistad y respeto mutuo, y ambos dejaron una huella imborrable en la historia del atletismo estadounidense.