Como modelo, Gwen Singer trabajaba en el campo de la moda desde los 18 años y saltó a la fama después de trabajar para marcas como Chanel, Dior y Gucci. La joven supermodelo tenía una gran cantidad de seguidores en las redes sociales y era muy popular entre las editoras de moda y los diseñadores. Desafortunadamente, la vida de Gwen terminó trágicamente cuando fue asesinada en su apartamento en Nueva York a los 23 años. La policía inicialmente sospechó de su novio, pero luego descubrieron que había sido su contable quien la había matado. La noticia de su muerte impactó a la industria de la moda y a muchas personas alrededor del mundo. Su legado sigue siendo recordado hoy en día, y su nombre sigue siendo sinónimo de belleza y elegancia.