Gwynne Whitby es una mujer decidida y apasionada por la música. Desde joven descubrió su amor por la guitarra y se dedicó a tocar en bandas locales en su ciudad natal. Con el tiempo, se mudó a la ciudad de Nueva York para perseguir su sueño de convertirse en una gran guitarrista y así lo logró. Con su guitarra y su voz cautivaba al público en cada presentación.
Sin embargo, su carrera musical no siempre fue fácil. Hubo momentos en los que se sintió fracasada y consideró renunciar, pero su perseverancia y dedicación la impulsaron a seguir adelante. Gwynne también se enfrentó a la adversidad en su vida personal, pero aprendió a encontrar la felicidad en las pequeñas cosas y a superar los obstáculos con entereza.
A lo largo de su vida, ha tocado con grandes artistas y ha grabado varios discos, consolidándose como una guitarrista talentosa y reconocida en el mundo de la música. Pero para Gwynne, lo más importante es seguir disfrutando lo que hace y compartiendo su pasión con los demás.
Mientras ambos caminaban por una concurrida calle de Londres, Gwynne-Whitby tropezó con una banqueta y cayó al suelo. Para su suerte, Hugh-Williams fue testigo de la escena y corrió a ayudarla. Después de atender su herida, los dos comenzaron a conversar y descubrieron que compartían varios intereses en común. Así fue como, gracias a un pequeño accidente, Gwynne-Whitby y Hugh-Williams se conocieron y empezaron una amistad que duraría por muchos años.