Hampton Fancher

Hampton Fancher es un guionista, actor y productor estadounidense nacido en Los Ángeles en 1938. Comenzó su carrera como actor en los años 50 y 60, apareciendo en series de televisión y películas como "The Outsider" y "Perry Mason". En la década de 1970, se dedicó a escribir Guiones de cine y creó historias para películas como "Blade Runner" y "The Mighty Quinn".

Además de sus trabajos como guionista, Fancher también se desempeñó como productor y director en varias películas. En la década de 1980, coescribió y coprodujo "The Black Stallion Returns" y dirigió su próximo proyecto, "The Minus Man", en la década de 1990.

Fancher regresó a "Blade Runner" en la década de 2010 como productor ejecutivo de la película secuela, "Blade Runner 2049". También se espera que participe en la próxima secuela de "The Final Blade Runner" de Ridley Scott. Fancher es una figura importante en el cine de ciencia ficción y su trabajo continúa inspirando a otros guionistas en la industria del cine.

Relaciones amorosas

Sue Lyon

Esposa de Hampton Fancher

1963 - 1964

Hampton Fancher y Sue Lyon tuvieron una relación amorosa durante la década de 1960. Fancher, un guionista y actor estadounidense, y Lyon, una actriz y ex modelo, se conocieron en el set de la película "El beso del vampiro" en 1963. A pesar de que Fancher estaba casado en ese momento, comenzó una relación con Lyon. La pareja vivió juntos durante varios años y se comprometió en 1965, pero nunca llegaron a casarse y eventualmente se separaron. Fancher continuó su carrera en la industria cinematográfica, mientras que Lyon se retiró de la actuación a mediados de los años 80.

Joan Blackman

Novia de Hampton Fancher

1961 - 1966

Hampton-Fancher y Joan-Blackman se conocieron en una cafetería en Los Ángeles, en una mañana soleada de primavera. Él estaba sentado en una mesa trabajando en el guion de su última película, mientras que ella entró por la puerta con un grupo de amigos ruidosos. Con su pelo rubio y su sonrisa encantadora, capturó la atención de Hampton inmediatamente. Sin saber cómo acercarse, observó en silencio mientras ella y sus amigos se sentaban en la mesa de al lado.

De repente, Joan notó la presencia del hombre apuesto, y le sonrió. Él no podía creer su suerte, y se acercó a ella para presentarse. Hablaron sobre el clima, la ciudad y sus vidas. Descubrieron que ambos habían trabajado juntos antes, aunque nunca se habían conocido en persona.

Pronto, se dieron cuenta de que tenían una química especial, y se volvieron inseparables. Pasaban sus tardes en los mismos cafés, charlando y riendo sin parar. Hampton estaba inspirado por la belleza y la inteligencia de Joan, y ella apreciaba su pasión y creatividad. Fue como si el destino los llevara a ese lugar para conocerse, y nunca volverían a ser los mismos.