Hans Unterkircher nació en 1939 en la región de Trieste, Italia. Durante su juventud, Undetkircher se interesó por la escalada y el alpinismo, participando en diversas expediciones en los Dolomitas y los Alpes. En la década de 1960, Unterkircher se mudó al Valle de Aosta, en el norte de Italia, donde trabajó como guía de montaña. Allí, estableció su reputación como uno de los escaladores más hábiles y respetados de Italia, y se convirtió en un pionero en la exploración de rutas de escalada difíciles y peligrosas. Unterkircher ganó fama internacional en 1974, cuando lideró una expedición italiana al K2, la segunda montaña más alta del mundo. A pesar de las difíciles condiciones climáticas y de la falta de oxígeno, Unterkircher y sus compañeros lograron alcanzar la cima. En los años siguientes, Unterkircher continuó escalando en todo el mundo, explorando nuevas rutas en lugares como el Himalaya, Patagonia y Alaska. En 2002, se convirtió en el primer italiano en escalar las montañas más altas de cada continente. En 2005, Unterkircher falleció trágicamente en un accidente mientras escalaba una montaña en el Pakistán. A pesar de su trágica muerte, su legado como uno de los mejores escaladores y alpinistas de Italia sigue vivo.