Harriet Howard fue una mujer británica nacida en 1823. Se casó con el francés Louis-Napoléon Bonaparte, sobrino de Napoleón Bonaparte. Harriet se convirtió en la amante de Louis-Napoléon en 1846 y luego en su esposa en 1853. A medida que se desarrollaba su relación, Harriet comenzó a convertirse en una figura influyente en la política francesa. Harriet ayudó a Louis-Napoléon en su carrera política, proporcionándole consejos y conexiones en la sociedad francesa. También donó grandes sumas de dinero a sus campañas políticas. En 1852, Louis-Napoléon se convirtió en presidente de Francia y, en 1853, en emperador bajo el nombre de Napoleón III. Harriet fue nombrada Condesa de Beauregard y recibió otras distinciones por su servicio a Francia. Sin embargo, la pareja tuvo problemas en su matrimonio y fueron separados en 1868. Después de su separación, Harriet continuó apoyando a las causas caritativas y políticas en Francia. Murió en 1865 a la edad de 42 años después de una enfermedad prolongada. Su legado como amante y esposa influenciaron profundamente la política francesa durante su tiempo y su vida sigue siendo un ejemplo de cómo una persona puede tener un impacto duradero en la sociedad.