Harry Blakelock es un hombre de aspecto distinguido y atractivo, que trabaja duro en su carrera como abogado en una firma renombrada. Él vive en un apartamento moderno y minimalista en el centro de la ciudad, donde disfruta de su tiempo libre entrenando en el gimnasio o leyendo libros de filosofía y política.
Aunque no tiene hijos, ha establecido una relación estable y afectuosa con su pareja, una artista plástica cuyo estilo abstracto y colorido contrasta con la sobriedad de su vida profesional. A veces, disfrutan de caminatas por los parques cercanos o de viajes a algún destino turístico.
Sin embargo, en secreto, Harry siente una inquietud existencial que no puede calmar. A menudo se cuestiona el significado de su trabajo y el sentido de su vida. A veces se despierta en la noche, sudando y angustiado, por la sensación de que algo importante le está faltando.
Harry ha comenzado a explorar la meditación y la espiritualidad, tratando de encontrar respuestas a sus preguntas más profundas. Aún no sabe hacia dónde lo llevará este camino, pero siente que es necesario tomar acción en su vida para encontrar un mayor propósito y plenitud.
Catherine y Harry se conocieron en una fiesta de cumpleaños en la casa de un amigo en común. Ambos estaban disfrutando de la noche cuando se toparon con un juego de mesa muy interesante, y rápidamente se unieron para jugar juntos. A medida que el juego avanzaba, comenzaron a hablar sobre sus intereses, sus carreras y sus pasatiempos, y descubrieron que tenían mucho en común. La noche pasó volando y cuando la fiesta terminó, intercambiaron números y comenzaron a mensajearse. Desde entonces, Catherine y Harry no se han separado, convirtiéndose en una pareja inseparable y compartiendo juntos muchas aventuras y momentos especiales.