Harry d'Abbadie d'Arrast fue un director de cine francés nacido en Argentina en 1897. Pasó gran parte de su vida en París, donde trabajó en la industria cinematográfica. Comenzó su carrera como ayudante de dirección de Marcel L'Herbier, uno de los grandes nombres del cine francés de la época.
D'Arrast se mudó a Hollywood en 1925 y trabajó en varios estudios, incluyendo la MGM y la Paramount. Dirigió algunas películas notables, como "La mulata de Córdoba" y "La señorita y el misterio".
D'Arrast se destacó por su habilidad para hacer comedias elegantes y sofisticadas. También fue un pionero del cine sonoro, dirigiendo la primera película en español que incluía diálogos sonoros.
A finales de la década de 1930, d'Arrast regresó a Francia, donde continuó trabajando en la industria cinematográfica hasta su muerte en 1968 a la edad de 71 años. Su legado como director de cine elegante y sofisticado ha sido reconocido por muchos en la industria cinematográfica.
Eleanor Boardman y Harry D'Abbadie d'Arrast fueron una pareja de Hollywood en la década de 1920. Boardman era una actriz estadounidense famosa por sus papeles en películas como "The Crowd" y "Tol'able David". D'Arrast, por su parte, era un director y guionista francés conocido por películas como "Laughter" y "Abdul the Damned".
La pareja se conoció en 1924 en el set de "The Dramatic Life of Abraham Lincoln", película en la que Boardman era la protagonista y D'Arrast el director. Aunque en un principio Boardman estaba comprometida con otro actor, la química entre ella y D'Arrast era evidente y pronto comenzaron una relación.
En 1928, la pareja se casó en una ceremonia privada en Nueva York y se trasladó a vivir a Hollywood. D'Arrast dirigió varias películas con Boardman como estrella, incluyendo "The Bride's Play" y "Our Dancing Daughters", que también protagonizó Joan Crawford.
A pesar del éxito profesional de la pareja, su matrimonio no duró mucho tiempo. Boardman y D'Arrast se divorciaron en 1931, supuestamente debido a las infidelidades del director. Boardman se retiró de la actuación después de su divorcio y se casó con un rico empresario en 1934. D'Arrast, por su parte, continuó trabajando en la industria cinematográfica, aunque nunca alcanzó el mismo éxito que tuvo en la década de 1920.