Héctor Briceno De Saa es un hombre apasionado por el arte y la historia de su país. Desde joven se interesó por la pintura y el arte, lo que lo llevó a estudiar en la Universidad de Bellas Artes. Ha expuesto sus obras en diversas galerías de arte, recibiendo reconocimientos y premios por su creatividad y técnica.
En su tiempo libre, Héctor disfruta visitar los museos y sitios históricos de su ciudad, investigando y aprendiendo sobre la historia y cultura de su país. Es un gran defensor de preservar la memoria histórica y cultural de su nación y ha participado activamente en proyectos para restaurar y mantener edificios históricos y monumentos.
A pesar de su amor por el arte, Héctor también es un hombre de negocios exitoso. Posee su propia empresa de diseño gráfico y publicidad, la cual ha crecido en popularidad y éxito gracias a su creatividad y habilidades.
En su vida personal, Héctor es un esposo y padre amoroso, dedicando tiempo y atención a su familia y amigos. Su pasión por el arte y la historia de su país lo ha llevado a ser una persona comprometida con su comunidad, trabajando para mejorar la educación y el acceso a la cultura para todos los ciudadanos.
Gilda Gray y Hector Briceno de Saa tuvieron una relación amorosa en la década de 1920. Gray, nacida en Polonia en 1901 como Marianna Michalska, llegó a Estados Unidos en 1909 y se convirtió en una popular actriz y bailarina de vaudeville y cine mudo. Briceno de Saa, por su parte, era un atractivo y exitoso empresario mexicano que se mudó a Nueva York en la década de 1910 y se convirtió en un poderoso magnate de los negocios.
La pareja se conoció en la escena nocturna de Nueva York y rápidamente se enamoraron. A pesar de la gran diferencia de edad (Gray tenía 20 años y Briceno de Saa tenía 44), la pareja se convirtió en una de las más adoradas de la sociedad neoyorquina. Gray a menudo actuaba en los clubes propiedad de Briceno de Saa, incluyendo el famoso Club Chambord en la calle 52.
Sin embargo, a medida que su relación se hacía más pública, surgieron problemas. La familia de Briceno de Saa desaprobó su relación con una mujer mucho más joven y de origen polaco, y su esposa se negó a darle el divorcio. Además, la prensa sensacionalista comenzó a especular sobre la verdadera naturaleza de su relación, y algunos insinuaron que se trataba de una relación de beneficio mutuo en la que Gray estaba buscando ventaja financiera.
A pesar de los rumores y de la oposición de sus familias y amigos, Gray y Briceno de Saa se mantuvieron juntos hasta la muerte del empresario en 1928. Gray quedó devastada por su pérdida y se retiró temporalmente de la vida pública. A pesar de los altibajos de su relación, la historia de amor entre Gilda Gray y Hector Briceno de Saa sigue siendo una de las más notables de la época del Jazz y evoca el glamour y la pasión de los años 20 de Nueva York.