Henry Hooper nació en el año 1920 en una pequeña ciudad del estado de California. Desde muy joven, demostró un gran talento para la música y en especial para el piano. A los 10 años de edad, comenzó a tomar clases de piano con un profesor local, y rápidamente destacó por su habilidad y su pasión por la música. A los 18 años, Henry decidió trasladarse a Nueva York para estudiar música en la prestigiosa Escuela de Música de Juilliard. Fue allí donde conoció a su futuro mentor, el famoso pianista y director de orquesta Arthur Rubinstein, quien quedó impresionado por el talento y la habilidad de Henry al piano. Después de graduarse de Juilliard, Henry comenzó una exitosa carrera como pianista clásico, tocando en algunos de los escenarios más importantes del mundo y recibiendo elogios de la crítica especializada. Sin embargo, Henry no se conformó con solo tocar música clásica y comenzó a explorar otros géneros musicales como el jazz y el blues. Estos nuevos intereses lo llevaron a conocer a algunos de los músicos más influyentes del mundo del jazz, como Duke Ellington, Charlie Parker y Thelonious Monk. En la década de 1950, Henry se mudó a París, donde estableció su reputación como uno de los mejores pianistas de jazz del mundo. Allí conoció a su esposa, una cantante de jazz llamada Simone, con quien formó una exitosa pareja artística. En las siguientes décadas, Henry continuó tocando y grabando música, explorando nuevas formas de expresión y colaborando con una amplia variedad de músicos de todo el mundo. Su legado como uno de los pianistas más versátiles y talentosos de la historia de la música lo convierten en una leyenda de la música moderna.