Hildegard Knef fue una actriz, cantante y escritora alemana, nacida en 1925 en Ulm, Alemania. Después de convertirse en una actriz establecida en el cine alemán después de la Segunda Guerra Mundial, se trasladó a Hollywood en la década de 1950, donde trabajó en varias películas. También se convirtió en una cantante popular en Alemania, con varios discos y éxitos en la radio.
En la década de 1960, Knef comenzó a escribir y publicar libros, incluyendo una autobiografía. También apareció en varias producciones teatrales en Alemania y en el extranjero. A pesar de su éxito en varias facetas del entretenimiento, Knef luchó durante gran parte de su vida con la enfermedad y la adicción a las drogas y el alcohol.
Knef murió en 2002, a los 76 años de edad, en Berlín, Alemania. A lo largo de su carrera, recibió varios premios y reconocimientos, incluyendo una estrella en el Paseo de la Fama de Berlín.
Hildegard Knef y Paul von Schell tuvieron una relación amorosa en los años 50, cuando Knef estaba casada con el productor de cine Kurt Hirsch. Von Schell era un millonario alemán y comenzó a aparecer en la vida de Knef después de que se conocieran en una fiesta.
La relación fue intensa y apasionada, pero también tumultuosa. Knef describió a Von Schell como un hombre posesivo y celoso que la acosaba y la seguía a todas partes. A pesar de esto, ella se enamoró profundamente y habló del amor que sentía por él en sus diarios y en su autobiografía.
Sin embargo, la relación terminó después de unos pocos años, cuando Von Schell la dejó por otra mujer. Knef quedó devastada y se sumió en una profunda depresión. Aunque tuvo otras relaciones posteriores, nunca olvidó a Von Schell y lo menciona con frecuencia en sus escritos.
A pesar de los altibajos de su relación, Paul von Schell y Hildegard Knef se mantuvieron en contacto durante muchos años. Von Schell la visitó en Nueva York en varias ocasiones y le envió cartas y tarjetas en Navidad y en su cumpleaños hasta su muerte en 1995.
Hildegard Knef y Kurt Hirsch se conocieron en Berlín en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. Hirsch era un oficial alemán que estaba en un programa de entrenamiento de oficiales. La relación entre ambos fue breve, pero intensa. Hirsch estaba comprometido con otra mujer en ese momento, pero su relación se estaba debilitando.
Knef y Hirsch comenzaron a salir juntos y ella se enamoró de él. Al principio, Hirsch intentó resistirse, pero finalmente se rindió a sus encantos. La pareja se estaba preparando para huir juntos a Suiza, pero fueron delatados por un compañero de Hirsch. Fueron capturados por las autoridades alemanas y Knef fue encarcelada por traición.
Después de la guerra, Knef se convirtió en una exitosa actriz y cantante en Alemania y Estados Unidos. Hirsch, por su parte, se convirtió en un destacado empresario especializado en tecnología de la información y también fue presidente del Consejo Nacional Judío de Alemania. Nunca volvieron a verse después de su separación forzada durante la guerra, pero Knef siempre mantuvo una gran admiración por Hirsch y habló de él con cariño en varias entrevistas.
Un día soleado en la ciudad de Londres, David Cameron caminaba por Hyde Park mientras escuchaba música en su iPod. De repente, se topó con una mujer que parecía perdida y un poco desorientada. Él se ofreció a ayudarla y descubrió que era la famosa actriz y cantante alemana Hildegard Knef.
Cameron, quien siempre había admirado el talento y la belleza de Knef, no podía creer su suerte al conocerla en persona. Knef, por su parte, estaba impresionada por la amabilidad y la simpatía de Cameron y se sintió agradecida por su ayuda.
Después de charlar un rato y caminar juntos por el parque, intercambiaron números de teléfono y prometieron mantener el contacto. David Cameron y Hildegard Knef se volvieron buenos amigos y compartieron varios momentos memorables durante los siguientes años. Desde entonces, siempre hubo una conexión especial entre ellos y su amistad duró hasta el final de sus vidas.