Hugo Marques es un hombre de vida intensa y apasionada, que ha vivido en muchas partes del mundo. A lo largo de su vida, ha trabajado como periodista, fotógrafo, empresario, viajero y, sobre todo, aventurero. Ama la libertad, la aventura y el riesgo, y ha llevado una vida poco convencional y contradictoria. A veces ha estado en la cima del éxito, y otras veces ha vivido momentos difíciles y de incertidumbre. Ha viajado por Asia, Europa, América y Africa, y ha conocido culturas muy distintas y lugares sorprendentes. Su vida ha estado marcada por la pasión por la fotografía y la escritura, y ha publicado numerosos artículos y libros sobre sus experiencias. Sueña con realizar una gran expedición a algún lugar remoto y desconocido, y sabe que su vida siempre estará marcada por la búsqueda de nuevos horizontes.
Hugo y Joana se conocieron en una exposición de arte en el centro de Madrid. Ambos estaban observando una pintura y, sin darse cuenta, se chocaron. Después de disculparse, empezaron a hablar y descubrieron que compartían muchos intereses artísticos. Intercambiaron números de teléfono y comenzaron a salir juntos. Desde entonces, han estado juntos y han creado muchas obras de arte impresionantes juntos. La experiencia de su primera reunión fue una de las mejores cosas que les ha pasado, y están agradecidos por ese momento fortuito de encuentro.
Mientras paseaban por la ciudad en un día soleado, Hugo-Marques y Soraia-Brito se cruzaron en una calle llena de gente. Sus ojos se encontraron y ambos sintieron una extraña conexión instantánea. Decidieron detenerse en una cafetería cercana para tomar algo y conversar. Descubrieron que tenían muchos intereses en común y la conversación fluyó fácilmente.
Después de esa primera reunión, decidieron continuar viéndose y, eventualmente, empezaron a salir oficialmente. Fueron a muchos conciertos juntos, cenaron en elegantes restaurantes y se enamoraron más y más cada día.
Un año después, Hugo decidió hacerle la gran pregunta a Soraia. La llevó a la playa al atardecer, se arrodilló y le pidió que se casara con él. Soraia lloró de alegría y aceptó sin dudarlo. Desde entonces, Hugo y Soraia han sido inseparables, y continúan disfrutando de la vida juntos y explorando todo lo que el mundo tiene para ofrecer.