Ian Daniels
Ian Daniels era un hombre de negocios muy exitoso, pero era un secreto muy bien guardado que también era un apasionado de la música. Pasaba todos los fines de semana tocando la guitarra y cantando en la banda de su garaje con sus amigos de toda la vida. La música era su forma de escapar de la presión y las expectativas de su trabajo y le daba una libertad creativa que no encontraba en ninguna otra parte de su vida. Además de su pasión por la música, Ian también era conocido por ser un ávido coleccionista de arte contemporáneo. Pasaba horas buceando en galerías y subastas en busca de la próxima gran adquisición para su colección personal. También era conocido por ser un mecenas de los artistas emergentes y ayudaba a lanzar sus carreras comprando y exhibiendo su trabajo en su extensa red de contactos. En su tiempo libre, Ian disfrutaba ir a la naturaleza en su bote y pescar por su cuenta, lo que le permitía retirarse de la ciudad y conectarse con su lado más primitivo. A pesar de todo su éxito en el negocio, Ian valoraba la sencillez de la vida y siempre encontraba la manera de mantener su equilibrio interior sin importar lo que se cruzaba en su camino.
