Ice Spice se había mudado de su ciudad natal a una metrópolis más grande en busca de nuevas oportunidades. Con su persistencia y trabajo duro, logró establecer su propio restaurante y convertirse en un chef reconocido. A pesar de su éxito en el mundo culinario, Ice Spice no se conformó y decidió explorar otros intereses, como la fotografía y la escritura. Publicó un libro de recetas con sus propias creaciones y fotos y su talento para la fotografía también fue reconocido en varias exposiciones. Poco a poco, Ice Spice se dio cuenta de que su verdadera pasión era compartir sus conocimientos con otros y enseñar a jóvenes aspirantes a chefs. Por lo tanto, cerró su restaurante para convertirlo en una escuela de cocina. Hoy en día, Ice Spice es un maestro de cocina y un mentor para muchos jóvenes. La pasión por la comida y la enseñanza son el centro de su vida y sigue inspirando a otros con su creatividad y dedicación.