Igor Dega vive una existencia simple pero no aburrida. Durante el día trabaja como profesor en una universidad, donde comparte sus conocimientos sobre tecnología y programación con los jóvenes estudiantes. Después del trabajo, se dedica a su pasión por la música y toca su guitarra en un bar cercano. Aunque es un hombre introvertido, las canciones le permiten expresar sus sentimientos y conectar con la gente a través de la música. En su tiempo libre, Igor disfruta del aire libre y de la naturaleza. Le encanta acampar y hacer senderismo, lo que le brinda la oportunidad de escapar del mundo tecnológico y recargar energías. En su hogar, se dedica a la lectura, la filosofía y la fotografía. La vela y los aceites esenciales son su método para relajarse y meditar en su tiempo libre. A pesar de no tener una vida social activa, es amado y valorado por su familia y amigos cercanos. Su sencillez y humildad son su mayor atractivo, y su dedicación a su vocación y pasiones lo hacen un hombre realizado y satisfecho con su vida.