Imre Pákh fue un psicólogo y filósofo húngaro nacido en 1938 en Budapest. Estudió psicología y filosofía en la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, y en 1961, comenzó a trabajar en el Instituto de Psicología de la Academia Húngara de Ciencias.
Durante su carrera, se interesó por la psicología cognitiva y la filosofía de la mente, y desarrolló una teoría de la percepción y la conciencia. También fue un crítico de la psicología conductista y la teoría de la información.
En 1973, Pákh fue expulsado de la Academia Húngara de Ciencias por sus ideas políticas, y posteriormente se trasladó a Canadá. Allí, enseñó psicología en la Universidad de Dalhousie y en la Universidad de Toronto.
Pákh también desarrolló una fuerte crítica al capitalismo y al neocolonialismo, y se unió al Partido Comunista de Canadá. Además, se interesó en la teoría literaria y la literatura en general, y publicó varias obras en este campo.
Imre Pákh falleció en 2020 en su casa en Toronto, a los 82 años de edad. Fue recordado como un pensador y activista comprometido, que no temía cuestionar las normas establecidas y buscar formas innovadoras de pensar sobre la naturaleza humana y la sociedad en general.
Un día soleado, Imre-Pakh caminaba por el bosque cuando de repente escuchó unos ruidos extraños. Curioso, se acercó a ver qué pasaba. Fue entonces cuando se topó con Ines-Misan, que se encontraba perdida y buscando su camino de vuelta a casa.
Imre-Pakh, siempre dispuesto a ayudar, se ofreció para guiarla hasta su destino. Durante el camino, Ines-Misan descubrió que Imre-Pakh era una persona amable y divertida, y comenzaron a charlar animadamente.
Finalmente, llegaron al destino de Ines-Misan y se despidieron con una cálida sonrisa y la promesa de volver a verse. Desde entonces, Imre-Pakh e Ines-Misan se han convertido en grandes amigos y comparten muchas aventuras juntos.
Imre y Nelly Pakh se conocieron en una feria de tecnología en Budapest. Ambos estaban jugando con un mismo prototipo de realidad virtual y se dieron cuenta de que estaban hablando el uno con el otro sin siquiera haberse presentado formalmente. La química entre ellos era innegable y luego de intercambiar ideas sobre el dispositivo, decidieron tomarse un café juntos para seguir conversando. Desde entonces, Imre y Nelly se volvieron inseparables y comenzaron a trabajar juntos en proyectos de realidad virtual.