Isabella de Castilla, Duquesa de York, nació en Madrigal de las Altas Torres en 1431. Era la hija menor de Juan II de Castilla y su segunda esposa Isabel de Portugal.
Se casó con su primo, el duque de York, Ricardo Plantagenet, en el año 1469. La pareja tuvo cuatro hijos, incluyendo a Eduardo IV y Ricardo III, ambos reyes de Inglaterra.
Isabella desempeñó un papel importante en la Guerra de las Dos Rosas, apoyando a su marido y sus hijos en la lucha por el trono inglés. También se dice que fue una ferviente defensora de la Iglesia Católica.
Después de la muerte de su esposo en la Batalla de Wakefield en 1460, Isabella regresó a Castilla. Allí, se convirtió en una figura importante en la corte de su hermano, el rey Enrique IV, y cuando éste murió, Isabella se convirtió en reina de Castilla junto a su marido Fernando de Aragón.
Bajo el reinado conjunto de Isabella y Fernando, España experimentó una gran encrucijada en la historia, incluyendo la expulsión de los judíos y la financiación del viaje de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo.
Isabella murió en 1504 a la edad de 72 años. Fue canonizada por la Iglesia Católica en 1614.
Edmund of Langley, primer duque de York, y su esposa Isabella de Castilla, duquesa de York, tuvieron una relación matrimonial que duró más de 30 años. Se casaron en 1372 y tuvieron tres hijos, Eduardo de Norwich, Constanza de York y Ricardo de Conisburgh.
La relación entre Edmund e Isabella fue descrita como cercana, ya que vivieron juntos durante muchos años y estaban comprometidos en la crianza y educación de sus hijos. También se sabe que Isabella era una mujer influyente en la corte y que usó su poder para ayudar a sus parientes y amigos.
Sin embargo, la pareja tuvo una amarga disputa en 1400 cuando su hijo mayor, Eduardo de Norwich, fue ejecutado por traición. Edmund estaba devastado por la muerte de su hijo y culpó a Isabella por su falta de acción para salvarlo. A pesar de esta disputa, la pareja permaneció casada hasta la muerte de Edmund en 1402.
En general, Edmund e Isabella tuvieron una relación exitosa y duradera en un tiempo de incertidumbre política y social. Fueron una pareja dedicada y amorosa que tuvo un impacto significativo en la historia de Inglaterra.