Iván González

Iván González es un hombre muy exitoso en su carrera como arquitecto, pero su verdadera pasión siempre ha sido la música. Desde que era muy joven, toca la guitarra y escribe canciones, y aunque nunca ha tomado la música de forma profesional, siempre se ha dedicado a ella en su tiempo libre. Iván es un gran fanático del rock de los años 70 y ha visto a sus ídolos en concierto en varias ocasiones. De hecho, en su casa guarda una guitarra autografiada por uno de ellos.

Iván ha pasado por momentos difíciles en su vida personal, pero ha sabido salir adelante gracias a su determinación y perseverancia. Vive solo en un apartamento en el centro de la ciudad y tiene una gata llamada Luna, a quien adora. En su tiempo libre, Iván disfruta de leer libros de historia y de arquitectura, y también de ver películas clásicas. Su sueño es algún día poder grabar un disco con sus propias canciones y compartir su pasión con el mundo.

Relaciones amorosas

Cecilia Stola

Esposa de Iván González

2006 - actualidad

Cecilia y Stola se conocieron por casualidad en una feria de arte en Barcelona. Ambos estaban admirando una pintura cuando se dieron cuenta de que estaban comentando lo mismo. La conversación fluyó naturalmente y descubrieron que compartían muchos intereses en común. Allí fue donde intercambiaron sus números y comenzaron a salir juntos.

Por otro lado, Ivan y Gonzalez se conocieron en una clase de yoga. Ivan se había aventurado por primera vez a una clase de yoga y Gonzalez era la instructora. Ivan quedó impresionado por su técnica y de cómo impartía las clases. Ivan no se podía concentrar debido a su nerviosismo por la clase, por lo que Gonzalez se acercó a él y le ofreció su ayuda para relajarse. Desde allí surgieron conversaciones asiduas sobre el mundo del yoga, y así comenzaron a construir su amistad.

Paula Morales

Novia de Iván González

2004 - 2005

Paula y Ivan se conocieron en una tarde de verano en una cafetería en el centro de la ciudad. Paula estaba buscando un lugar tranquilo para leer un libro y tomar un café, mientras que Ivan estaba allí para hacer una entrevista de trabajo para una revista.

Los dos se sentaron en mesas diferentes, pero cruzaron miradas varias veces. Ivan finalmente se acercó a Paula para preguntarle qué libro estaba leyendo. Después de hablar un rato, se dieron cuenta de que compartían muchos intereses y decidieron intercambiar números de teléfono.

Desde entonces, empezaron a salir y descubrieron que tenían una conexión especial. Paula amaba la escritura y Ivan era un apasionado fotógrafo, por lo que empezaron a colaborar en proyectos creativos juntos.

Después de unos meses, Ivan decidió hacer una sesión de fotos especial para Paula. La llevó a un parque cerca del río donde habían hablado durante horas en sus primeras citas, y le pidió que fuera su novia. Paula estaba emocionada y feliz de decir que sí.

Ahora, años más tarde, son una pareja feliz y exitosa en el mundo de la fotografía y la escritura, siempre recordando ese primer encuentro casual en la cafetería.