Izolda Zhukova nació en 1943 en la ciudad de Novosibirsk, en Rusia. Era hija de padres biólogos y desde joven tuvo interés en la ciencia. En 1965 se graduó en ingeniería aeronáutica en la Universidad Politécnica de su ciudad natal.
Después de graduarse, comenzó a trabajar en la empresa de construcción de aviones Tupolev en Moscú, donde se especializó en el diseño de sistemas de control de vuelo y ayudó en el desarrollo del avión soviético Tu-144, el primer avión comercial supersónico.
En 1976, mientras estaba en un viaje de negocios en París, Zhukova fue abordada por agentes de la KGB y acusada de espionaje. Fue arrestada y llevada de vuelta a la Unión Soviética, donde fue juzgada y condenada a 15 años de prisión.
Durante sus años en prisión, Zhukova luchó por su libertad y para demostrar su inocencia. Finalmente, en 1987, fue liberada y absuelta de todos los cargos. Zhukova se convirtió en una activista de derechos humanos y continuó trabajando en la industria aeronáutica.
Murió en 2001, pero su legado como una figura importante en la historia de la aviación y una luchadora por la libertad y la justicia sigue vivo.
Izolda Zhukova y Vladimir Vysotskiy tuvieron una relación amorosa que se inició en 1969. Ella era una actriz de teatro que consiguió su primer papel en una obra dirigida por Vysotskiy, quien ya estaba establecido como actor y cantautor en la Unión Soviética.
Desde ese momento, la pareja se convirtió en inseparable, y pasaban su tiempo juntos escribiendo canciones, breves poemas y obras de teatro. Además, Vysotskiy dedicó muchas de sus canciones a Zhukova y le regaló varios poemas y cartas de amor.
Sin embargo, su relación no fue fácil. Zhukova era casada en ese entonces y su marido, un diplomático soviético, no aprobaba la relación con Vysotskiy. Además, la vida del artista estaba llena de excesos y conductas autodestructivas, lo que hacía difícil la estabilidad del romance.
A pesar de todo esto, la relación entre Zhukova y Vysotskiy duró varios años, hasta la muerte del cantante en 1980. Zhukova estuvo presente en los últimos momentos de la vida de Vysotskiy y se encargó de organizar su legado artístico después de su fallecimiento.
La relación entre Izolda Zhukova y Vladimir Vysotskiy fue un tema recurrente en la obra del cantautor y se ha convertido en un símbolo del amor y la pasión en la cultura rusa.