J.D. Hart es un hombre que siempre ha vivido para trabajar. Desde joven, se dedicó por completo a su carrera y llegó a tener mucho éxito en ella. Sin embargo, a medida que los años han pasado, se ha dado cuenta de que se ha perdido muchas cosas en la vida por no haber sabido equilibrar su trabajo y su vida personal.
Es un hombre trabajador, apasionado y comprometido con lo que hace, pero también rígido y poco sociable. Su familia lo ha percibido como una persona distante e incapaz de expresar emociones. A pesar de ello, ha conseguido forjar fuertes lazos con algunos de sus colegas, quienes lo respetan por su dedicación y conocimientos en su campo.
A medida que se adentra en la mediana edad, J.D. Hart comienza a replantearse su vida y busca formas de encontrar un equilibrio entre su trabajo y su vida personal. Se inscribe en clases de yoga y meditación, y empieza a salir con más frecuencia con amigos y colegas. Descubre que su vida puede ser igual de emocionante y gratificante fuera de la oficina como dentro de ella, y empieza a disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
Un día, Gigi-Garner y J-D-Hart coincidieron en un evento de caridad. Ambos estaban comprometidos con la causa y comenzaron a hablar sobre sus experiencias y cómo podían ayudar juntos.
Después del evento, siguieron en contacto y comenzaron a trabajar juntos en proyectos de caridad. Su colaboración se convirtió en una amistad que eventualmente se convirtió en algo más.
Gigi-Garner y J-D-Hart se dieron cuenta de que tenían mucho en común y descubrieron que estaban enamorados el uno del otro. Desde entonces, han estado juntos, ayudando a la comunidad y haciendo una diferencia en el mundo.