Jack Meyers era un hombre enigmático y misterioso que se movía en los círculos más selectos de la ciudad. Todo el mundo hablaba de él y, aunque pocos sabían realmente quién era y de qué manera había llegado tan alto, nadie podía ignorar su presencia. Lo veían hablando con los más influyentes empresarios, políticos y artistas de la región, y siempre parecía estar en el lugar correcto en el momento adecuado. Sin embargo, detrás de esa fachada de éxito y poder, Jack era un hombre solitario y reservado. Pasaba muchas horas solo en su lujoso apartamento, rodeado de sus libros, sus discos y sus recuerdos. Tenía una pasión por la historia y los viajes, y había recorrido el mundo en busca de nuevas experiencias y conocimientos. Pero, a pesar de todo, seguía siendo un enigma para todos los que le conocían. ¿Qué había detrás de esa mirada siempre tan serena? ¿Qué secretos guardaba en su interior? Solo Jack lo sabía, y quizás, algún día, decidiera compartirlo con alguien.
Joan y Jack se conocieron en la sala de espera de un aeropuerto. Ambos estaban esperando sus vuelos hacia la misma ciudad, pero por razones diferentes. Joan estaba de camino a una conferencia de negocios, mientras que Jack estaba de viaje para visitar a su familia. Mientras esperaban, comenzaron a charlar y pronto se dieron cuenta de que compartían muchos intereses y valores similares. Después de abordar sus respectivos vuelos, continuaron hablando por teléfono y eventualmente comenzaron a salir. Fue un encuentro casual en un lugar inesperado que cambió el curso de sus vidas.