Jack the Zipper fue un director de cine y productor estadounidense nacido en 1963 y fallecido en 2006. Su verdadero nombre era Steve Silas y se destacó en la industria del cine para adultos, especialmente en la producción de películas de temática BDSM.
Comenzó su carrera como fotógrafo y productor en la década de 1990, trabajando en películas de bajo presupuesto y de temática poco convencional. En 1999 decidió dirigir su primer largometraje pornográfico, titulado "Pleasurecraft". Desde entonces, dirigió más de 40 películas, como "Mirror, Mirror", "Doll Underground" y "Hollywood Is Hard".
En 2002, Jack the Zipper se involucró en la producción de programas de televisión, creando la serie "Submission" para el canal Showtime. La serie contó con la participación de actores como Zach Galifianakis, ganador de un Emmy y una estrella de "The Hangover".
En 2006, Jack the Zipper falleció a causa de un ataque cardíaco, a la edad de 42 años. Su legado en la industria del cine para adultos fue notable, transformando y llevando a la vanguardia el género del BDSM.
Jack-the-zipper y Kimberly Kane tuvieron una relación profesional en la industria del cine para adultos. Jack-the-zipper (nombre real: Mark Zane) fue director, productor y guionista de películas para adultos en la década de 1990 y principios de 2000. Kimberly Kane, por su parte, es una actriz, escritora y directora de cine para adultos.
Los dos trabajaron juntos en varias películas, incluyendo "Perversions of Lesbian Lust" y "The Stalker". Además, Kimberly Kane actuó en algunas de las películas que Jack-the-zipper dirigió, como "Café Flesh 2" y "Skin".
Sin embargo, en 2006, la relación profesional entre los dos terminó en malos términos. Kimberly Kane acusó a Jack-the-zipper de explotarla económicamente y de tratarla mal durante las grabaciones de sus películas juntos. En respuesta, Jack-the-zipper publicó una carta abierta en la que negaba las acusaciones y ponía en duda la credibilidad de Kimberly Kane.
Desde entonces, ambos han seguido haciendo películas para adultos por separado y no parece haber una reconciliación a la vista.