Jacqueline de Bueil fue una figura destacada en la corte francesa del siglo XVI. Nació en 1525 en una familia noble y se casó con el conde de Saint-Vallier a los 16 años. Sin embargo, el matrimonio fue infeliz y ella buscó refugio en la corte del rey Enrique II de Francia, donde se convirtió en una de sus favoritas. Jacqueline se destacó por su belleza, elegancia y habilidades literarias, escribiendo poemas y obras de teatro. También fue amante de Enrique II y, después de su muerte en 1559, se retiró a un convento donde vivió el resto de su vida. A pesar de su posición en la corte y su éxito como escritora, la vida de Jacqueline estuvo marcada por la tristeza y el dolor. Su matrimonio fue infeliz y tuvo que soportar la muerte de su hijo y de su amante, Enrique II. Sin embargo, su legado literario y su influencia en la corte perduraron y la convirtieron en una figura importante de su tiempo.