QQCQ

Jacqueline Kolb

Jacqueline Kolb

Jacqueline Kolb nació en Francia en 1928 y desde joven mostró una gran pasión por la danza. Fue aceptada en la Escuela de Ballet de la Ópera de París a los 14 años, donde estudió bajo la tutela de la legendario bailarín y coreógrafo George Balanchine.

En 1947, Kolb se unió al Ballets de Paris de Roland Petit, donde se destacó por su técnica y elegancia. Posteriormente, se unió al Ballet de la Ópera de París en 1951, donde fue nombrada bailarina principal en 1952.

Durante su carrera en la ópera, Kolb trabajó con algunos de los coreógrafos más destacados de la época, incluidos Balanchine, Maurice Béjart y John Cranko. Fue aclamada por su interpretación de roles clásicos como Aurora en "La Bella Durmiente" y Giselle en "Giselle", así como por su interpretación en obras más modernas como "Sinfonía en do" de George Balanchine.

Después de retirarse de la danza en 1963, Kolb se dedicó a enseñar y se convirtió en una influyente maestra de ballet, trabajando con compañías de todo el mundo. También fue directora artística del Ballet Introdans en los Países Bajos.

Kolb falleció en 2019 a los 91 años, pero su legado como bailarina y maestra de ballet permanece en la memoria de quienes tuvieron la suerte de trabajar con ella y de las generaciones de bailarines a los que ha inspirado.

Relaciones amorosas

Guillaume Apollinaire

Guillaume Apollinaire

Esposo de Jacqueline Kolb

1918

Guillaume Apollinaire y Jacqueline Kolb tuvieron una relación amorosa que ha sido objeto de varios estudios sobre la vida del poeta francés.

Jacqueline Kolb fue una actriz y modelo que se convirtió en la musa de Apollinaire, y sobre quien escribió varios poemas, incluido el famoso "La Loreley". Aunque se sabe poco acerca de los detalles de su relación, se sabe que se conocieron en 1910 y comenzaron a verse con frecuencia en los años siguientes.

En 1911, Kolb actuó en la obra de teatro "Les Mamelles de Tirésias" de Apollinaire, y también fue la modelo para varias de sus obras de arte. La relación terminó en 1915 cuando Apollinaire fue llamado a servir en la Primera Guerra Mundial.

A pesar de que su relación fue breve, la figura de Jacqueline Kolb ha quedado inmortalizada en la obra de Apollinaire, mostrando la importancia que tuvo en su vida y obra como uno de los principales motivos de inspiración.