Jaime S. de Garcon siempre ha tenido una pasión por viajar y explorar nuevas culturas. Ha visitado más de 20 países en los últimos años y ha aprendido a hablar varios idiomas. Aunque trabaja a tiempo completo en una oficina, dedica sus fines de semana a planear futuros viajes y compartir sus experiencias en un blog de viajes que ha creado. Además, es un gran defensor del turismo sostenible y procura siempre respetar el medio ambiente y las comunidades locales. En su tiempo libre, también disfruta de la fotografía y ha ganado diversos premios en concursos locales. A pesar de su vida ajetreada, Jaime siempre encuentra tiempo para hacer voluntariado en diversas organizaciones benéficas. Cree firmemente en hacer algo positivo por los demás y en compartir su tiempo y recursos con los menos afortunados. En definitiva, Jaime es un aventurero apasionado, una persona comprometida con el medio ambiente y la sociedad, y una fuente de inspiración para quienes lo rodean.
Un día soleado, Dorothy Dunbar caminaba por las calles de París, admirando la belleza de la ciudad. Mientras caminaba, accidentalmente chocó con un joven apuesto llamado Jaime S. de Garçon, quien estaba distrayéndose mirando su celular.
Disculpándose en español torpe, Dorothy se presentó y como era de esperar, su acento americano lo delató como turista y, sintiendo un poco de vergüenza, Jaime nombro que es originario de España.
Comenzaron a hablar sobre la ciudad, y descubrieron rápidamente que ambos eran apasionados por la cultura francesa. Continuaron su conversación en un café cercano, compartiendo historias sobre su vida y sus viajes.
La conversación fluyó fácilmente, y tras horas de charla, se encontraron compartiendo risas y miradas cómplices. Después de despedirse, ambos se quedaron pensativos y sintiendo algo especial.
A partir de ese día, Dorothy y Jaime continuaron viéndose, explorando París juntos y enamorándose más cada día, hasta que su amor se convirtió en una historia de amor eterna.