James Pradier (1790-1852) fue un escultor francés nacido en Ginebra, Suiza. Comenzó su carrera artística en la Academia de Bellas Artes de Ginebra, y más tarde se trasladó a París para estudiar con el famoso escultor Jean-Baptiste-Joseph Debay. Durante muchos años, Pradier disfrutó de un gran éxito como escultor y recibió varios encargos importantes, incluyendo el monumento a Napoleón en la Place Vendôme. Sin embargo, su estilo artístico se desvaneció a medida que las tendencias de la moda cambiaron, y finalmente murió solo y en la pobreza. Hoy en día, su trabajo se encuentra en colecciones de todo el mundo y es considerado como un importante representante del estilo neoclásico francés.
James Pradier fue un famoso escultor francés de la época romántica, quien mantuvo una larga relación sentimental con Juliette Drouet, una actriz y escritora francesa. La relación entre ambos duró más de 14 años, desde 1833 hasta la muerte de James en 1852.
Pradier, conocido por sus obras de estilo neoclásico y romántico, se enamoró de Juliette en 1833 durante una actuación en la que ella interpretó a la heroína de una de sus obras. Su relación comenzó en secreto debido a que James estaba casado en ese momento, pero pronto se hizo pública.
Juliette se convirtió en la musa de James y fue la inspiración detrás de muchas de sus famosas esculturas, como "La Semiramis" y "La Sapho". También le dedicó varios poemas y canciones.
La pareja tenía una relación tumultuosa, que se vio afectada por los celos y las infidelidades. Pero a pesar de todo, siguieron juntos hasta la muerte de James en 1852, momento en el que Juliette quedó destrozada.
Juliette continuó escribiendo y actuando después de la muerte de James. Sin embargo, nunca volvió a enamorarse como lo había hecho de él, y mantuvo el recuerdo de su amado escultor hasta su propia muerte en 1883.