Jane Cairns se había dedicado toda su vida al arte de la fotografía. Había viajado por todo el mundo en busca de los paisajes más espectaculares y las personas más interesantes. Pero en los últimos años, había comenzado a sentir una cierta insatisfacción con su trabajo. Sentía que necesitaba hacer algo más significativo, algo más grande que ella misma. Fue entonces cuando descubrió su pasión por la psicología. Comenzó a estudiar por su cuenta y, finalmente, decidió volver a la universidad para obtener un título en psicología. Ahora trabaja como consejera en una clínica para jóvenes con problemas emocionales, y siente que su trabajo tiene un verdadero impacto en las vidas de sus pacientes. Pero no todo ha sido fácil. Jane ha tenido que luchar con sus propios demonios y superar sus propios problemas emocionales. Pero eso le ha permitido ser una consejera más compasiva y empática. Y aunque a veces todavía se siente un poco perdida, sabe que está haciendo algo que realmente importa.