Javier Ungria es un hombre de éxito en su carrera profesional en el mundo financiero. Trabaja en una de las mayores empresas de bancos de inversión, donde su experiencia en la gestión de la cartera de clientes ha hecho posible que él mismo sea reclutado por los principales clientes privados más ricos del banco. Si bien trabaja incansablemente, él no es solamente su trabajo. Él es un apasionado de la historia europea, de la gastronomía y del deporte nacional, el fútbol. Él aprovecha su tiempo libre para viajar a países europeos y conocer sus museos, especialmente aquellos que se centran en la historia y la ideología, y degustar los platos típicos de la zona. Como aficionado del fútbol, Javier reserva algunos días del año para asistir a los partidos de su equipo preferido, llevando a su familia a aquellos que tienen lugar durante el fin de semana. Siendo un gran esposo y padre dedicado, Javier hace que sus intereses complementen su vida familiar, intentando encontrar una manera de fomentar los intereses culturales en ellos.
Elena Tablada y Javier Ungria mantuvieron una relación sentimental desde 2011 hasta 2013. Durante su noviazgo, la pareja mantuvo una discreción absoluta en cuanto a su vida privada y se les vio en contadas ocasiones públicamente juntos.
Sin embargo, tras la ruptura, surgieron problemas de índole legal entre ellos, relacionados principalmente con la custodia de su hija en común, Ella. En enero de 2014, se hizo público que Tablada había demandado a Ungria por impago de la pensión alimenticia de su hija. El empresario, por su parte, alegó que ya había pagado la cantidad acordada y que no le habían informado de los cambios en el número de cuenta bancaria donde debía realizar las transferencias.
A pesar de esta situación, los dos lograron mantener una relación cordial y centrada en la educación y bienestar de su hija. En los últimos años, ambos han rehecho su vida sentimental: Ungria se ha casado y ha tenido otra hija, mientras que Tablada mantiene una relación con el tenista Jaume Munar.