Jayna Oso es una actriz porno estadounidense de origen filipino que nació en 1981 en Filipinas. Su verdadero nombre es María Theresa Fernández y se mudó a los Estados Unidos cuando era adolescente. Comenzó su carrera en la industria del entretenimiento para adultos en 2001 y rápidamente se convirtió en una de las actrices más populares en el negocio.
A lo largo de su carrera, Jayna Oso ha trabajado con numerosos estudios de cine para adultos y ha aparecido en más de 300 películas pornográficas. También ha ganado varios premios por su trabajo en la industria, incluyendo el Premio AVN a la Mejor Escena de Sexo Anal en 2004.
En el 2007 decidió retirarse del mundo del cine porno y desde entonces se ha mantenido fuera del ojo público. Actualmente, se sabe poco acerca de lo que está haciendo en la actualidad pero se dice que está disfrutando de su vida privada en algún lugar de los Estados Unidos.
Ashley Fires y Jayna Oso se conocieron en una fiesta privada en Los Ángeles. Ambas estaban compartiendo historias sobre sus experiencias en la industria del entretenimiento para adultos cuando se dieron cuenta de que tenían muchos amigos en común. Después de algunas risas y tragos, Ashley invitó a Jayna a su habitación de hotel para ver una de sus películas juntas. La química entre las dos fue instantánea y pasaron el resto de la noche hablando de todo, desde su carrera hasta sus pasatiempos y metas personales. Desde entonces, Ashley y Jayna han seguido siendo buenas amigas en la industria, apoyándose mutuamente en sus proyectos e incluso colaborando en algunas películas.
Ashley y Jayna se conocieron en el set de grabación de una película de acción. Ashley, que interpretaba a una heroína fuerte y valiente, estaba emocionada de trabajar con Jayna, quien fue elegido para interpretar a su compañero de equipo y protector. Desde el primer día de rodaje, parecía haber una atracción magnética entre ellos.
Jayna no podía evitar sentirse atraído por la belleza y la fuerza de Ashley, y Ashley encontró a Jayna increíblemente atractivo y seguro de sí mismo. Durante el rodaje de la película, los dos se acercaron cada vez más, compartiendo risas y secretos detrás de escena. Pronto se dieron cuenta de que su atracción era mutua.
Una noche, después de un largo día de rodaje, Ashley y Jayna decidieron salir a caminar por la ciudad juntos. Mientras paseaban por las calles iluminadas por las luces de neón, se encontraron hablando sobre sus vidas y compartiendo sus sueños y metas. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que habían encontrado algo especial el uno en el otro.
Desde entonces, Ashley y Jayna se han mantenido uno al lado del otro, no solo en el set de rodaje sino también en su vida diaria. Han creado una hogar juntos, lleno de risas y amor interminables. Siempre se apoyan mutuamente, sabiendo que juntos pueden enfrentar cualquier desafío.