Jean Baptiste Félix Hubert de Vintimille nació en 1705 en Niza, Francia, en el seno de una familia noble. Fue nombrado obispo de Mirepoix en 1731 y luego fue trasladado a la diócesis de Saint-Pol-de-Leon en 1746.
En 1749, Vintimille fue nombrado arzobispo de París, una posición muy importante en la Iglesia Católica Francesa. Durante su tiempo como arzobispo, Vintimille demostró ser un defensor de los derechos de la Iglesia y luchó contra la influencia del Jansenismo. También se opuso a la expulsión de los jesuitas de Francia.
En 1759, Vintimille se vio involucrado en una disputa con el rey Luis XV sobre la jurisdicción sobre ciertas iglesias en París. Aunque inicialmente ganó la disputa, el rey logró mantener su control sobre las iglesias en última instancia.
Vintimille murió en 1792 a los 87 años, después de haber servido como arzobispo de París durante 43 años. Fue enterrado en la iglesia de Saint-Sulpice en París. Su legado incluye su defensa de los derechos de la Iglesia y su compromiso con las creencias religiosas ortodoxas.
Pauline-Félicité de Mailly y Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille fueron una pareja que se enamoró a fines del siglo XVIII en Francia. La relación fue muy polémica en su época porque ambos estaban casados con otras personas.
Pauline-Félicité de Mailly era la esposa de Louis-Marie de Mailly, marqués de Nesle. Era conocida por ser una mujer hermosa y elegante, pero también se decía que era frívola y superficial. Por su parte, Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille era el esposo de Anne-Louise-Marie de Polastron, duquesa de Polignac. Era un hombre apuesto y culto, pero también se lo acusaba de tener un ego desmesurado.
A pesar de las circunstancias, Pauline-Félicité y Jean-Baptiste-Félix-Hubert se enamoraron perdidamente y mantuvieron una relación clandestina durante varios años. La pareja solía reunirse en la casa de la actriz Madame Vestris, donde podían estar juntos sin ser vistos por la sociedad.
Sin embargo, su relación no duró mucho tiempo. En 1792, estalló la Revolución Francesa y ambos fueron capturados por las autoridades revolucionarias. Pauline-Félicité fue acusada de actuar como espía al servicio de la reina María Antonieta, mientras que Jean-Baptiste-Félix-Hubert fue acusado de conspirar contra la República. Ambos fueron condenados a muerte y guillotinados en 1793.
Aunque su relación fue breve y trágica, Pauline-Félicité de Mailly y Jean-Baptiste-Félix-Hubert de Vintimille pasaron a la historia como una de las parejas más apasionadas y románticas de la época. Su historia ha sido recordada en novelas, obras de teatro y películas, como la película francesa de 1951 Madame de... dirigida por Max Ophüls.