Jean-Jacques Cerieix es un hombre apasionado por el mundo del arte y la cultura. Desde joven, ha tenido una gran curiosidad por conocer diferentes obras y estilos, lo que lo ha llevado a viajar por todo el mundo para visitar museos y galerías.
A lo largo de su vida, ha sido un gran impulsor de proyectos culturales y sociales, participando en diversas fundaciones y creando su propia organización para promover el arte y la educación en su comunidad. Además, es un reconocido escritor y crítico de arte, publicando constantemente en importantes revistas y periódicos.
Siempre ha sido un hombre muy creativo y emprendedor, desde joven tuvo su propia empresa de diseño gráfico y multimedia, lo que le permitió obtener una gran experiencia en el mundo empresarial y desarrollar habilidades para la gestión de proyectos.
A pesar de su apretada agenda, Jean-Jacques siempre ha encontrado tiempo para practicar deportes al aire libre y la meditación, lo que le ha permitido mantenerse en forma física y emocionalmente. Su pasión por la vida lo ha llevado a ser un hombre comprometido con su familia, su trabajo y su comunidad.
Genevieve-Galea y Jean-Jacques-Cerieix se conocieron en una exposición de arte en Paris donde ambos se encontraban admirando una pintura del impresionista francés Claude Monet. Genevieve notó que alguien detrás de ella también estaba observando la pintura con mucho interés, y al darse la vuelta se encontró con los ojos grises y penetrantes de Jean-Jacques. La conexión entre ellos fue instantánea y profunda, y pasaron el resto del día charlando sobre sus aficiones y pasiones compartidas. Desde entonces, no se han separado nunca y han viajado por todo el mundo juntos, siempre en busca de nuevas aventuras y experiencias. Al final, su amor por el arte de Monet los llevó a hacer un viaje especial a Giverny, donde se enamoraron aún más de la belleza de la naturaleza y del impresionismo.