Jessica había dedicado gran parte de su vida profesional a su carrera en el mundo corporativo, pero después de un viaje trascendental a un país en desarrollo, decidió dejar todo y perseguir su verdadera pasión: la ayuda humanitaria. Desde entonces, ha trabajado en varias misiones en todo el mundo, desde el suministro de alimentos y medicinas a países azotados por la guerra y la pobreza, hasta la construcción de escuelas y pozos de agua en comunidades remotas. Los últimos años, se ha centrado en ayudar a las víctimas de la trata de personas. Esta lucha ha sido particularmente apasionante y desafiante para Jessica, pero ella ha dicho que ha visto el verdadero impacto positivo de su trabajo en las vidas de aquellos que ha ayudado. Aunque a veces exhausta por las difíciles condiciones en las que trabaja y los desafíos burocráticos, Jessica sabe que su trabajo es vital y siempre se siente agradecida por poder hacer algo positivo en el mundo.
Jessica-Strother y Koa-Smith se conocieron en una competencia de surf en las playas de California. Ambos estaban esperando su turno para entrar al agua cuando Koa notó que Jessica tenía problemas para ajustar el leash de su tabla de surf. Koa, quien estaba parado al lado de ella, se ofreció a ayudarla. Jessica agradeció la ayuda y comenzaron a conversar mientras esperaban que las olas fueran buenas para surfear. Desde ese momento, se dieron cuenta de que compartían su pasión por el surf y comenzaron a competir juntos en diferentes eventos en todo el mundo. Hoy en día, tanto Jessica como Koa son dos de los mejores surfistas del mundo y siguen surfeando juntos siempre que pueden.