Jessie Summers era una mujer llena de pasión y energía. Había vivido la mayor parte de su vida dedicándose a su carrera como directora de arte en una agencia de publicidad de renombre. Pero un día, decidió tomar un descanso y viajar por el mundo.
Durante sus viajes, Jessie tuvo la oportunidad de experimentar y aprender sobre diferentes culturas y formas de vida. También se permitió explorar una parte de sí misma que nunca antes había conocido. Descubrió que adoraba la fotografía y comenzó a capturar la belleza de los lugares y las personas que la rodeaban. Esto se convirtió en una nueva pasión y ahora Jessie trabaja como fotógrafa independiente.
Aunque el trabajo como directora de arte fue emocionante y gratificante, Jessie ha encontrado una nueva satisfacción en la capacidad de capturar y transmitir la esencia de la vida a través de sus fotografías. La vida de Jessie ha sido una aventura llena de descubrimientos y cambios, y ella sigue explorando y aprendiendo.
Brea-Bennet y Jessie-Summers se conocieron en una fiesta de la universidad donde ambas estudiaban. Brea, con su increíble belleza y su sonrisa encantadora, llamó la atención inmediata de Jessie. Por otro lado, Jessie se destacaba por su personalidad extrovertida y su sentido del humor apasionado.
Durante la fiesta, Brea y Jessie se cruzaron varias veces y, finalmente, comenzaron a charlar en el bar. Descubrieron que compartían muchos intereses, incluyendo la música y el deporte.
Después de un par de horas de intercambio de historias, risas y bromas, Brea y Jessie sintieron una conexión instantánea. Hicieron planes para salir a correr juntas cuanto antes, y se intercambiaron números de teléfono con la promesa de mantenerse en contacto.
Desde entonces, Brea y Jessie se han convertido en grandes amigas. Ahora se reúnen regularmente para correr juntas, salir a tomar una copa o simplemente para charlar y reír. Su amistad es fuerte, y el vínculo que las une es inquebrantable.