Jim Bosche
Jim Bosche era un hombre misterioso y de hábitos extraños. Se le podía encontrar caminando por la ciudad en las tardes, siempre usando el mismo abrigo color beige y una gorra gastada. Era habitual verle recogiendo objetos del suelo, aunque no se sabía a qué les daba uso. Además, llevaba siempre consigo un pequeño cuaderno en el que anotaba todo lo que veía y escuchaba. Sin embargo, nadie sabía qué escribía en él.
A pesar de su comportamiento peculiar, Jim era una persona amable y atenta. Era un gran aficionado a la literatura y pasaba horas en la biblioteca local leyendo y tomando notas. También era un amante del teatro y asistía a todas las producciónes que se presentaban en la ciudad. Sin embargo, nunca se sabía si se estaba divirtiendo o no, ya que su rostro siempre mostraba una inexpresividad absoluta.
Jim no tenía familia ni amigos cercanos, pero eso no parecía importarle. Vivía solo en un pequeño apartamento y se las arreglaba para mantenerse gracias a un trabajo solitario como corrector de textos. A muchos les parecía una vida solitaria, pero a él parecía no importarle demasiado. Era un hombre misterioso, pero fascinante.
