Jim Stockton había pasado gran parte de su vida trabajando en Wall Street, donde se había hecho un nombre por sí mismo como uno de los mejores operadores del mercado de valores. A pesar de su éxito financiero, Jim siempre sintió que había algo que faltaba en su vida. Fue entonces cuando decidió dar un giro radical y dedicarse a la causa ambiental, algo que siempre le había apasionado.
Comenzó uniéndose a una organización local que se centraba en la protección de las tortugas marinas, y rápidamente se convirtió en uno de sus miembros más comprometidos, dedicando su tiempo libre a patrullar las playas y buscar nidos de huevos para protegerlos. Con el tiempo, se trasladó a un puesto en una organización ambiental más grande, donde pudo ampliar su alcance y trabajar en proyectos de conservación de todo tipo. Ahora, Jim dirige su propia ONG centrada en la protección del medio ambiente, y sigue luchando por una causa en la que cree profundamente. Aunque su vida ha tomado un giro inesperado, Jim nunca ha estado tan satisfecho y motivado en su trabajo.
Jim y Kim se conocieron en una fiesta de cumpleaños de un amigo en común. Durante toda la noche, sus miradas se cruzaron varias veces, pero ninguno se atrevió a acercarse al otro. Finalmente, cuando la fiesta estaba por acabar, Kim decidió dar el primer paso y se acercó a Jim para hablar con él. Descubrieron que tenían muchas cosas en común y la conversación fluyó con mucha naturalidad. Intercambiaron números de teléfono y desde ese día no han dejado de hablar y de salir juntos. Fue amor a primera vista.