Peter Graves

Esposo de Joan Endress

Joan y Endress se conocieron en una cafetería en medio de una tarde soleada de verano. Ella estaba sentada en una mesa solo leyendo su libro, mientras él estaba parado en la cola esperando su café. Al llegar a la caja para pagar, Joan se dio cuenta de que no tenía suficiente dinero para pagar su bebida, por lo que se quedó sin opción más que cancelar su orden. Sin embargo, Endress quien había estado observando todo, la sorprendió al pagar su café y ofrecerle la mesa contigua para acompañarla. Agradecida por su gesto amable, Joan aceptó su invitación y ambos comenzaron a conversar. Se dieron cuenta de que compartían muchos intereses en común y la conversación fluyó fácilmente. Horas después, cuando ya habían intercambiado números telefónicos, Joan y Endress se despidieron con una sonrisa en la cara y la promesa de verse de nuevo pronto. Poco sabían ellos que ese breve encuentro en la cafetería iba a ser el inicio de una maravillosa aventura juntos. Por otro lado, Peter y Graves se conocieron en la universidad. Ambos habían ingresado a estudiar medicina y rápidamente se convirtieron en los mejores amigos. Peter era un joven apuesto, alto y atlético, mientras que Graves era un hombre más tranquilo y dedicado a sus estudios. A pesar de sus diferencias, encontraron una conexión verdadera por su amor por el conocimiento y la medicina. Pronto, se hicieron inseparables y comenzaron a estudiar juntos, a hacer proyectos juntos, y a apoyarse mutuamente en los momentos difíciles. Con el tiempo, Peter y Graves se graduaron de la universidad y comenzaron sus carreras como médicos de exitosos. Sin embargo, su amistad nunca se desvaneció, y siempre que su apretada agenda se los permitía, se mantenían en contacto y se visitaban mutuamente.