John Boyer es un profesor de historia en la Universidad de Virginia Tech en Blacksburg, Virginia. Nació en los Estados Unidos y se graduó de la Academia Militar de los Estados Unidos antes de obtener su doctorado en historia de la Universidad de Chicago. Es conocido por enseñar cursos innovadores de historia y geografía en línea, y ha sido galardonado con varios premios de enseñanza, incluido el Premio de la Junta de Visitantes de la Universidad de Virginia Tech a la Excelencia en la Enseñanza. Boyer también se ha destacado por su compromiso con el servicio comunitario, y ha liderado esfuerzos de recaudación de fondos para la caridad y ha organizado programas de intercambio cultural para estudiantes. Es un firme defensor de la educación internacional y ha trabajado extensamente para promover el intercambio de estudiantes y la colaboración con universidades en todo el mundo.
Dina y John se conocieron de manera fortuita en un salón de conferencias en Barcelona. Es curioso cómo el destino juega en favor de algunas personas, porque Dina había llegado tarde a la charla y hubo un cambio de última hora en los asientos asignados. Casualmente, ella se sentó justo al lado de John, quien le ofreció compartir sus apuntes y desde ese momento, comenzaron a surgir las chispas de una química especial entre ellos. A pesar de que la conferencia en sí no les interesó demasiado, el tiempo que pasaron en el café contiguo al lugar, charlando sobre sus intereses mutuos y su pasión por viajar, fue suficiente para conectarse. Desde aquel día, la pareja ha compartido aventuras increíbles y se han apoyado mutuamente en todo momento. Así es como se conocieron Dina y John, gracias a un cambio de última hora y al destino que los unió en un lugar desconocido.
Un día soleado de primavera, John-Boyer y Sharon-Farrell se encontraron por casualidad en el parque mientras paseaban a sus perros. Los dos charlaron un rato sobre sus mascotas y se dieron cuenta de que ambos eran unos amantes de los animales. Al finalizar la conversación intercambiaron sus teléfonos y acordaron encontrarse una tarde para una caminata con los perros. A partir de ese momento, la amistad entre ellos floreció, y muchas tardes se reunían para compartir risas, historias y momentos memorables. Al pasar el tiempo, la amistad se convirtió en un romance y ahora, años después, siguen juntos y disfrutando de todas las maravillas que les ofrece la vida.