John Hampson fue un novelista británico nacido en Lancashire, Inglaterra, en 1898 y fallecido en 1961. Se destacó por sus obras que retrataban la vida de la clase trabajadora de su país, con una mirada crítica y realista sobre la pobreza, la opresión y la lucha de los obreros.
Hampson inició su carrera literaria en los años 20, después de haber combatido en la Primera Guerra Mundial. Su primera novela, "Saturday Night at the Greyhound", publicada en 1931, fue un gran éxito y lo consagró como un escritor de importancia en la literatura inglesa de la época.
Entre sus obras más destacadas se encuentran "The Crucifixion of Philip Strong", publicada en 1938, una historia sobre la vida de un minero y su lucha contra la injusticia social, y "The Chilterns", publicada en 1949, sobre un grupo de amigos que se unen para construir una casa en su pueblo natal.
Hampson también trabajó como guionista de cine y televisión, y como crítico literario en diversos periódicos británicos. A pesar de su éxito como escritor, Hampson luchó contra una depresión crónica que lo llevó a sufrir diversas crisis y hospitalizaciones.
Su última novela, "The Last Drop", fue publicada en 1959, poco antes de su muerte en 1961. Hoy en día, John Hampson es recordado como uno de los grandes escritores de la clase obrera británica, y su obra sigue siendo estudiada y valorada por su compromiso social y su talento literario.
John Hampson y Therese Giehse se conocieron en una playa de la costa este de Estados Unidos. Él estaba caminando por la orilla del mar, buscando inspiración para su próxima novela, cuando de repente vio a una mujer sentada en la arena, leyendo un libro.
Intrigado por su belleza y su plácida concentración en la lectura, se acercó a ella y le preguntó qué libro estaba leyendo. Therese levantó la vista y respondió que era "Mrs. Dalloway", de Virginia Woolf.
John se emocionó al instante, pues ese era uno de sus libros favoritos. Comenzaron a conversar animadamente sobre literatura y sus autores preferidos, y se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Los dos amaban la lectura y la escritura, y sentían pasión por explorar las complejidades de la mente humana a través de sus historias.
A partir de ese momento, se convirtieron en amigos inseparables y compañeros literarios. Se reunían todos los días en la playa para discutir sobre sus ideas y proyectos, y se apoyaban mutuamente en sus respectivas carreras como escritores.
Con el tiempo, John se enamoró de Therese, pero ella lo consideraba solamente como un amigo. Sin embargo, esa amistad profunda y duradera fue la base para que ambos lograran desarrollar su creatividad y encontrar el éxito en sus carreras literarias.