Jordan Klein

Jordan Klein era un hombre que había trabajado duro toda su vida. Desde joven le había gustado la fotografía y había decidido ser fotógrafo profesional a pesar de las críticas de su familia. Sin embargo, su carrera no había sido fácil: había tenido que bregar con contratos difíciles, clientes exigentes y cambios en la tecnología. A pesar de todo, había logrado establecerse como uno de los mejores fotógrafos de su ciudad y tenía una clientela fiel y satisfecha. Sin embargo, Jordan sentía que algo faltaba en su vida. Había estado casado dos veces y ambas habían terminado en divorcio. También se había dado cuenta de que había descuidado sus amistades y que su círculo de conocidos se había reducido. Quería recuperar el tiempo perdido y dedicar más tiempo a sus relaciones personales. Con ese objetivo en mente, Jordan había empezado a salir más, a tomar clases de cocina y de baile, y a reunirse con viejos amigos. También había empezado a experimentar con la fotografía creativa, explorando temas y técnicas que antes no había considerado. A pesar de los desafíos que la vida le había presentado, Jordan estaba decidido a seguir adelante y a disfrutar de todo lo que aún tenía por vivir.