José Ortiz Avila nació en Coamo, Puerto Rico, en 1904. Desde joven mostró un gran interés por el arte y la cultura. Después de graduarse de la escuela secundaria, se mudó a Nueva York para estudiar arte. Luego de trabajar en diferentes empleos en la ciudad, se incorporó al Programa Federal de Arte (FAP), donde tuvo la oportunidad de trabajar en diferentes proyectos artísticos importantes.
Más tarde, se convirtió en un líder en el mundo del arte latino en la ciudad y fundó la Asociación de Artistas Hispanos en Nueva York. También fue uno de los miembros fundadores del conocido grupo de arte Taller Boricua.
A lo largo de su carrera artística, Ortiz Avila experimentó con diferentes estilos y técnicas, incluyendo el muralismo y la pintura abstracta. Sus obras representan la vida y la cultura puertorriqueña, al igual que la lucha de las comunidades latinas en Estados Unidos.
Ortiz Avila falleció en 1986, pero su legado artístico sigue vivo. Sus obras se han exhibido en importantes museos y galerías de todo el mundo y son consideradas un testimonio del arte latino en Estados Unidos.
Rosa y José se conocieron de manera casual en un café del centro de la ciudad. Ambos estaban sentados en mesas distintas, esperando a alguien mientras disfrutaban de una taza de café. De repente, Rosa se dio cuenta de que había perdido su cartera y comenzó a revisar minuciosamente sus pertenencias. José, al verla tan preocupada, se ofreció a ayudarla a buscar. Juntos, revisaron cada rincón del café y finalmente encontraron la cartera en el baño. Rosa quedó muy agradecida por la ayuda de José, y así comenzaron a charlar y conocerse mejor. Desde entonces, se han vuelto muy buenos amigos y siempre recuerdan ese día como la casualidad que los unió.