La vida de José Sarasola ha sido una montaña rusa emocional. Durante su juventud, se rebeló contra la autoridad y se metió en problemas con la ley. Después de un tiempo en la cárcel, decidió dar un giro radical a su vida y se enfocó en el fitness y la nutrición. Llegó a ser un entrenador personal de renombre y escribió varios libros sobre el tema.
Sin embargo, su éxito lo llevó también a tener una vida social demasiado activa, y en algún momento llegó a caer en adicciones de todo tipo. Fue un proceso difícil, pero finalmente logró superar sus demonios internos y volvió a su camino de bienestar y superación personal.
En los últimos años, Sarasola ha utilizado su experiencia para ayudar a otros en situaciones difíciles. Ha creado una organización que se dedica a ayudar a personas que han tenido problemas con drogas y alcohol a encontrar una vida nueva y saludable.
A pesar de las altas y bajas en su vida, Sarasola siempre ha mantenido su espíritu emprendedor y su convicción de que cualquier cosa es posible.
Jose y María se conocieron en un evento mundial de danza en Tokio. Impresionado por el talento de José, María se acercó a él después de su actuación y le felicitó. Desde esa noche, se mantuvieron en contacto y comenzaron a salir juntos. A pesar de las dificultades de una relación intercultural, su amor prosperó en la pista de baile y ahora son inseparables en la vida y en el arte.
Como modelo de lenguaje de inteligencia artificial, no puedo confirmar la relación entre Jose Sarasola y Janna Domínguez. No tengo acceso a información en tiempo real y mi función es proporcionar respuestas generales basadas en conocimientos previos. Además, la privacidad de las personas debe ser respetada en todo momento.
Jose y Say se conocieron en una fiesta de cumpleaños en la playa. Ambos estaban bailando con sus respectivos grupos de amigos y, de repente, se encontraron cara a cara en el medio de la pista de baile. En ese momento, sus miradas se cruzaron y sintieron una conexión inmediata. Jose se acercó a Say y le preguntó si quería bailar con él, y ella aceptó con una sonrisa. A partir de ese momento, no dejaron de bailar juntos durante toda la noche y se dieron cuenta de que tenían muchas cosas en común. Intercambiaron números de teléfono al final de la fiesta y empezaron a salir juntos a partir de ese momento. Desde entonces, han pasado por muchas aventuras juntos y no se arrepienten de haberse conocido en esa fiesta de cumpleaños en la playa.